De la beldad tuya mujer el cielo se ha enamorado que, en sendero correcto frente a mí te ha colocado Musa febril de Apolo poeta motor del tiempo de la vida suya si al oír tu voz, la tristeza se arrulla deja nunca de parlar coqueta. Detente mucho destino incierto permanece inmovil o camina yerto.
Texto agregado el 29-10-2010, y leído por 222 visitantes. (1 voto)