Desde la orilla
Mientras afuera el frío pinta de argento el cobre del canelo,
Aquí dentro una vieja canción gotea en los sentidos.
Hay, que dura la carga del sobreviviente cuando
le abraza el olvido…

Sola, sola otra vez… Pero más sola después de ti nacida,
Quizá por lo inesperado, quizá por la premura
Y tanto mayor la evidencia de convicciones duras y calmas
Que ni la muerte censura…

Me quedan las certezas y la pasión por la justicia,
Me queda la lucha larga de los hermanos Mapuche,
Y el convencimiento de transitar por lo justo
Sosteniendo tus manos a la existencia…

Quedo contigo entonces, cada uno desde su orilla,
Y vamos juntos por el camino nuestro como si fuera ayer
…como debió haber sido.