Me siento sola, alejada, anulada, obstruida, aferrada, afianzada.
Me siento sola, recargada de maleza, confundida, incapaz de conciliar.
Me siento sola, atraida por la necedad de mi limite, obstruida por la comunicacion predeterminada, inconciente, inconstante, perezosa, homogenea y rutinaria comunicacion estancada, evasiva, desencontrada.
Me siento sola, llegando trade siempre al frenetismo de mi deseo , conjugando risas forzadas y posturas neutras para que el otro tan ajeno no moleste.
Me siento sola, ofuscada por la ansiedad de mi tormento, por la pereza de mis pasos, pesados pasos que cada vez saben menos adonde se dirigen y a quien llevan.
Sola en mi espera, sola en mi momento, sola a la hora de necesitar una mano( verdadera)no baratas obsecuencias que hasta un perro puede brindar.
Sola a la hora de necesitar un aliento, un segmento que me defina.
Me siento despojada de mi talento, aquel que por momentos dibujaba una nebulosa de deseo, aquel talento que asechaba lo incompleto, lo minusiosamente creado, esatncado, naturalizado, aburrido canto que se repite aniquilando lo espontaneo, lo verdadero.
Bocas encantadas con ordinarias y nocivas recetas de felicidad, mentirosas bocas que fingen lo unico.
Gestos maniatados, voluntades mecanizadas, fabricadas en serie, roboticos deseos prefijados en la bandera de lo normal...
INGRAVIDEZ en tus ojos, locura afixiada en resentimiento, bosquejos de humo blando y tisnado.
Quisiera ser espejo y no reflejo, masticar cada momento sin futuro, filosa punta que presiona mi nuca recelosa, aplastada por la espera.
No quiero dejarme ir en conformismos baratos, no quiero echarme por la borda sin hundirme, flotando en las miles de posibilidades imosibilitadas por mi voluntad no complementada.
Ya no busco ni flores ni soles ni olor a tierra fresca, ya no me cautiva el ingenio ingenuo, ese supuesto souvenir que recluta adeptos adoradores de las pantomimas trilladas, sedientos de la ridiculez ajena para acallar la profunda verguenza interna.
ME NIEGO a blanquear mi forma para encandilar a compulsivas manos que , jadeantes, se enroscan en su ego que no es suyo.
Conciencias alquiladas por manos asperas y resecas, por pieles achuradas de exito, por bolsas de carne premoldeadas, agitados cuajos que olvidan su sangre y su entierro.
No renuncies al abismo por baratijas de brillo ordinario... |