Una pesadilla hermosa pero aun terrible
Estaba visitando un viejo pueblo, no recuerdo bien su nombre, pero de alguna forma me parecía familiar, las casas que veía se veían tan particularmente familiares que, aunque es la primera vez que estoy ahí, parece como si hubiera visitado este pueblo varias veces.
Decido estacionar mi moto en la casa que me voy a quedar, veo a mi familia y a mis amigos cercanos, como si fuera un día normal, con sus altos y bajos, todo estaba tranquilo y la tarde era hermosa, que se caracterizaba por tener un cielo entre rojo y violeta en el horizonte, mi ansiedad buscaba la persona que más quiero. Cuando por fin la encontré, pensé que iba a ser el mejor día de mi vida, ya que mostraba mucho interés en lo que yo decía.
Después de conversar un rato agradable con ella, decidimos ir a comer a nuestras respectivas casas, contemplando la posibilidad de volvernos a ver el día siguiente, para mi sorpresa, la cena estaba deliciosa aunque tenía ingredientes que no conocía, llegaba al punto que tenía un sabor familiar que correspondía a los días en los que me quedaba en el pueblo donde nació mi padre.
Cuando caí en la cama, de repente imagine que estaba ya acostada y que estaba al lado mío, y que me sonreía, ya esperaba que fuera el día siguiente para volverte a ver.
En cuestión de segundos ya era la madrugada del día siguiente y tenía muchas ansias de verte, para buena fortuna mía, nos encontramos en el lugar que precisamos el día anterior. Recuerdo que conversaba con ella acerca de lo divertido que era saltar entre unos viejos vagones de tren que se encontraban a la salida del pueblo, de alguna forma la convencí de ir conmigo a saltar entre vagones.
En menos de un instante nos encontrábamos saltando entre los vagones de aquella vieja estación de tren que se localizaba allí, de repente la oí llorar, mi mirada observaba que se había rasgado parte de su saco favorito, pero gracias al cielo no se había lastimado, pero se sentía tan triste por la importancia que tenía el saco, que no pude evitar verla llorar, la acompañe hasta la puerta de su casa, su cara cubierta en lágrimas algo secas, me agradecía por acompañarla, pero todavía se veía acongojada, así que decidí abrazarla como si fuera el ultimo abrazo que pudiera ofrecerle, le di un beso en la cabeza, y ella me miro sonriendo, su cara se acercó a la mía y me dio un beso, me sentí tan feliz cuando sentí que tenía la oportunidad de estar contigo y hacerte feliz, cuando, finalmente sucedió:
Desperté del sueño a las 2 de la mañana, mi alma vuelve a la realidad, aquella realidad donde no hay posibilidad absoluta de que pueda estar a mi lado, aquella realidad donde no puedo conseguir que me quiera porque quiere estar con otra persona que, al igual que en mi situación, no le corresponde y ni siquiera se le acerca a él, estallo en lágrimas de ira y tristeza, porque despierto en una realidad donde mi corazón quiere estar a su lado, te juro que daría mi vida para que me de una sola oportunidad.
Corro al baño a vomitar, aun en lágrimas, es horrible lo que me está pasando, tengo pocas fuerzas para levantarme del suelo y todavía recuerdo el sueño, donde estábamos juntos y le interesaba estar conmigo, aquel sueño al cual quiero aferrarme para siempre de lo mucho que la amo, lo único que me queda por hacer es limpiarme la cara, la boca y volver a la cama, donde aún recuerdo ese dulce sueño, que hace que esta realidad sea toda una pesadilla, pero como el mundo es un lugar cruel, las cosas no salen de acuerdo a lo que me imagino.
Lo único que me da esperanza, es que todavía tengo la oportunidad de alojarme en su corazón, y aunque me diga que no porque lo quiere a él, todavía me ligo a la esperanza de que me pueda dar una oportunidad, para traer aquel hermoso sueño a la realidad, y tener la oportunidad de amarla durante lo que me queda de vida. Mi fe, que cree en el amor, es la esperanza que me mantiene de pie para ganarme su corazón.
Lo único que me espera es seguir con mi vida al día siguiente, y buscar la correcta oportunidad para decirle lo que no he querido decirte por cobardía: no importa lo que pase, te amo y doy mi vida para que me des una oportunidad.
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