Te quiero.. porque eres una niña grande, la mía. Porque te mosqueas y rebotas, y al rato lo olvidas todo, ya pasó. Porque tienes ideas perversas y ninguna es con malicia. Porque me miras a los ojos y el tiempo se detiene, el mundo desaparece alrededor.
Para ti quererme es un juego donde perdernos las dos, y a mi me gusta participar de él.
Te quiero por ser caprichosa como una niña grande, por pedirme mil veces algo que no dejaré de darte. Te enfadas si respondo "no", y me llenas de besos para convencerme de que ofrezca lo que me pides. Me truecas caricias por caprichos, y besos por más besos. Para ti pedirme es pronunciar "te quiero", como lo es para mi decirte no.
Jugamos juntas a este negarnos y amarnos, enfadarnos y querernos que siempre desemboca en el mar de saliva de nuestros labios, en un fiero oleaje de caricias en que terminamos naufragando.
Te quiero porque cada segundo que estoy contigo me convences, de ninguna forma, de que nuestra vida juntas será el milagro insólito de virtudes y defectos, horas y días, cama y sudores, anocheceres y albas, penas y alegrías.. las tuyas y las mías; todo esto y ser, al fin, nosotras.
Te quiero porque eres mi amiga, mi novia, mi niña, mi vida y mucho más. Eres todo lo bueno, mi enfermedad y mi cura, mi ansia y mi dolor, mi obsesión y mi calma; eres todo lo mejor.
Te quiero porque apareciste cuando menos lo esperaba, de noche cual estrella fugaz, mágica e insólita como lucero en la oscuridad y el frío de la madrugada.
Te quiero porque sonríes y borras todo mi mal: mis broncas, mis quejas, mis desdichas.. todo desaparece si sonríes, y me besas. |