Llegar al doctorado no es fácil, sobre todo es bastante caro y exige paciencia y capacidad de aceptar frustraciones y una que otra humillación. Lo hice por razones diversas y llegado el momento, me enfrenté con la necesidad de obtener el aval de un mentor para un tema, que además de ser novedoso, suponga un aporte significativo al estado del arte.

Estuve más de cinco meses rumiando temáticas que invariablemente recibían serias observaciones de los Ph. D. del plantel de catedráticos. Dado mi apego a la expresión literaria (y no es que desee escribir best seller alguno, es cosa que simplemente me relaja en sumo grado) cierto momento me encontré con un tema que podía ser aprobado sin mayor observación, dado que poco se sabía sobre el mismo y menos se lo había trabajado.

“Análisis psicopatológico de las producciones literarias mediadas por Internet en un conjunto de foros literarios en Español” fue el título tentativo del campo de investigación que debería tenerme ocupado por más de dos años a partir de la recepción formal del memorándum de aceptación.

En pocas y sencillas palabras, el propósito de mi tesis doctoral era desarrollar una estructura de análisis psicopatológico de autores de textos expuestos al dominio público en diversos foros literarios en Español, partiendo de la suposición que asumía una correspondencia estadística equivalente, del porcentaje de sujetos de una población urbana contemporánea con psicopatologías manifiestas (alrededor del 13,7 %) y los usuarios de foros literarios.

Analizada la correspondencia, el principal aporte de la investigación, debería ser un software capaz de realizar una serie de análisis semánticos, gramaticales, de estilo y temática, correlacionándolos con diversas psicopatologías, lográndose obtener un perfil válido y fiable de la estructura psicológica del autor o autora de cualquier aporte colgado en la red.

Como aparte de ser aficionado a las letras me siento cómodo programando y desarrollando software, no me fue muy difícil lograr un programa capaz de identificar en cualquier aporte escrito, el grado de correspondencia de su autor o autora con entidades psicopatológicas conocidas y descritas en la literatura especializada.

Desde luego que fue un proceso de ensayo y error trabajoso, pero con habilidad, bastante inspiración y buena fortuna, logré mis objetivos en nueve meses de trabajo.

El empleo del software desarrollado se hizo en un periodo de doce meses, con siete sitios web conocidos y respetados por su seriedad y vigencia en red, por más de cinco años continuos.

Pude analizar alrededor de 53.200 producciones y me encontré con datos sugestivos y dignos de hacerse públicos. El caso es que en resumen, se hace evidente que los autores de la gran mayoría de textos publicados en red, poseen características psicopatológicas llamativas.

Para no entrar en cifras, niveles de significación y aspectos áridos, diré simplemente que no hay una correspondencia plena entre población en general y usuarios de foros literarios en cuanto a frecuencia e intensidad de psicopatologías.

Ambos sexos son notablemente diferentes: entre las mujeres, la cantidad de depresivas y nostálgicas es llamativamente superior que su contraparte masculina; es sorprendente el número de damas que encuentran en la literatura, salida a sus presiones internas por lo general producto de desengaños amorosos, pérdidas irreparables y acciones pasadas que les generan arrepentimiento agudo.

Los varones son tema alarmante: buen número de ellos ejercitan sus tendencias agresivas vía Internet, la cantidad de textos con sangre, violencia gratuita, vómitos y aberraciones variadas, casi en exclusiva se originan en el sexo masculino, que parece en constante pugna con sus pulsiones y una sociedad que cuestiona al homosexual, inseguro, tímido o marginal.

Así como estadísticamente las cárceles de seguridad alta (para violadores, asesinos y criminales violentos) son pobladas por hombres, en su gran mayoría en Internet, parecen fluir mensajes con temáticas de dicha naturaleza, de manos de varones confundidos por razones variadas, aunque el conflicto de roles sexuales aparentemente es el más frecuente.

Sin duda la información recabada podría enunciarse incluso por simple sentido común y la lectura de textos en cualquier foro, pero era necesario objetivar dicha situación y generar datos que permitan nuevas investigaciones al respecto.

El software desarrollado es en todo caso, la estrella de mi tesis: basta proporcionarle el nick, la información disponible del autor y el texto propiamente dicho, para que en cosa de dos segundos se obtenga un perfil psicológico (intelectual, cognitivo y afectivo –emocional) completo del autor.

Tengo tres ofertas jugosas por los derechos de mi software y estoy esperando la autorización de la universidad para que pueda comerciar con mi creación.

Debo confesar que llegar hasta aquí fue difícil, pero valió la pena por la aprobación “magna cum laude” de mi trabajo.

Tengo planes de ofrecer gratuitamente los servicios de diagnóstico mediado por mi programa en los foros que estudié.

El problema es que nadie me cree y piensan que esto es una ficción más, procedente de un mitómano con complejos filantrópicos…
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