La camarada poesía
a muerto
cocida a balazos
por un matón,
un policía,
un agente de las palabras
huecas
y la mentira.
un hilito de sangre
en el asfalto
bajo un sol
que levanta
el calor
desde el subsuelo,
donde viven los nuestros
los que nada tienen
los que todo hacen
con sus manos
y sus huesos.
¡no caigas!
nuestras manos
te sostienen
y las lenguas
de los tuyos
repiten a coro
el nombre
que quedara grabado
en la memoria
de los pueblos.
palabras
que nunca volverán
a ser dichas
palabras
que se clavan
como las espinas
de las rosas.
la poesía ha muerto,
pero siempre renace
en el amor
en la verdad
en las luchas.
vamos a prenderle
fuego
a la ciudad
por los cuatro costados,
para vengar tu muerte
camarada
poesía.