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CENIZAS DE MAR



Mi labio te bebe.
¡No bebas de ese vaso!
Ese vaso tiene cristales rotos
que carcomerán tus entrañas.

Todo es una mentira,
salvo tus manos tibias
que acompañan al derrotado soldado
que luchó por una guerra sin fin.

Hacia el infinito habré de viajar,
mas no sin un buen libro
y una muchacha espacial
que alivie el anhelo frustrado de tu mano.

Hace mucho tiempo no espero,
no espero que la llama florezca en la pradera:
en antaño descubrí la lluvia
que acoge la piraña regalona.

¡Ja! Te jactas de nombrar a la piraña
que compañía te ha brindado
en cada noche congelada
revivida por tu sien en mil momentos.

¿Porqué no mencionar a la paloma,
a la seducción eterna que te sustenta?
Opto por el túnel incierto
de la ola que persigue mi rostro.



No te vayas aún,
no he pronunciado mis palabras finales:
a cada brisa que asoma,
un beso de licor abandono por ahí.

Quiero no dejar la estancia
donde reposa mi bilis
que alrededor de la noche serpentea:
la marea ha llegado y acá me quedaré.

Me quedo acá solo recordando la silueta
donde alguna vez anochecí.
Existe un minúsculo interés
en leer al cielo redondo.

No te vayas, aguardo por ti.
No me mates, el fuego es para siempre.
Evito el alarde inconexo
de este vómito oceánico.

Si. TÚ.
No. PODRIDO ESTOY.
Ya es el tiempo recobrado
de la interminable herencia de tu fango.

Las algas ya no lloran por mí.
Sólo una pasión tardía
recrea las mil y una moradas
en donde alojé mi torso inconstante.

El verso estará despierto
mientras asomes tu cabeza por la escafandra
que une mi cuarto vacío
con el lecho hepático de tus venas.


Prefiero que el adjetivo me mate
antes que te mate a ti:
bella de día, bella del alba,
cazadora de esperanzas uniformadas.

Sólo soy un borracho en el callejón
aguardando por la luz que no llegará.
En tanto, tu sonrisa sonora llora
sobre mu frente que destella estrellas falsas.

No llores,
por favor no llores, aún te amo.
Tu lágrima aterriza en mi alforja
y la guardo para una próxima ocasión.

¡No me pidan que la olvide,
no me pidan que suelte la cuerda
de mi guitarra desteñida!
Es tan sólo un amanecer.

“Aprended, flores de mí
lo que va de ayer a hoy:
ayer maravilla fui
y hoy sombra mía no soy.”

No soy un ladrón;
simplemente soy un bastardo que escribe
y eyacula versos voraces
bajo el centelleo de la luna.

Un tenue vaso reposa en la mesa.
Una sonrisa blanda me acompaña.
Un verso maltrecho te lamenta.
Una melodía enferma lo retrata.


No sé si tus ojos van conmigo
o si se fueron a beber a la playa.
Una jibia muerta es testigo
del veneno que acabó con la ilusión.

Créanme, amigos, este no es un soneto:
es una despedida fúnebre
escrita con lágrimas fugaces
que merodean las sombras de sus cabellos.

Yo ya estoy muerto
y no pretendo que me resucites:
sólo deseo que tu pecho vibre
con mis oxidadas canciones.

Nada más me conformo con una brisa
que mi carne envuelva de humo dorado
y capaz de zurcir el umbral
que escapó hacia donde quién sabe.

¡Yo no lo sé! Menos tú.
Quién sabe lo que tú sabes,
quien sabe lo que sabe el ave
que vuela y estorba y conforta.

Con su vuelo aclama libertad,
aquella que nunca tuve ni tendré,
pues la sangre de cada fonema
se desvía hacia un destino frustrado.

No deseo detener la marcha fulminante
de este peón que intenso batalla
contra la desolación y la ira desbocada
de un horizonte quimérico que se burla.


El llanto es un pedazo de marfil
ultrajado de un joven morsa:
¡morsa no quiero verte muerta,
ay de mí, no quiero verte muerta!

Ya asesinaste la herida infectada
de la estrecha distancia que divide mi despertar;
nada más es carmín,
sólo la sangre en las rocas.

¡Mozo! Cerveza por favor.
Un respiro para este comensal insípido
que revive cada cigarrillo encendido
alucinando la orilla del mar.

La madre aclama silencio:
no puedo negárselo
a Ella la reina del océano
que por las noches jamás descansó.

Y no... no toco las puertas del cielo.
No las toco pues una espora sobrevuela mi techo
y su vuelo disipa la obscuridad
y la transforma en suave arena.-

Texto agregado el 26-10-2010, y leído por 198 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
03-11-2010 vaya, un poeta mrgonzo
 
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