La noche es locura para mis ojos cargados de un silencio perpetuo, un silencio mas frio que el alma de un solitario convicto. la noche es tristeza cultivada en estrellas, una tristeza que a veces es un poco amigable para tanto noctambulo que se refugia y que lastimosamente vive en ella. La noche siempre ha sido adoradora del frio por que no sabe de la existencia del tierno calor, un frio tan fuerte que mata los deseos y que enloquece la razón. La noche escribe verdades y mentiras para que muchos las lean, utiliza la luna como su pluma y a los cometas como sus carteros. La noche nunca comienza tan solo es eterna, la noche me castiga aunque intenta no hacerlo utilizando luces extrañas que me eliminan y se roban mis consuelos. La noche es más que nubes negras, la noche es algo que esta mas allá, porque la noche vive en mi alma, un alma amarada a un solo recuerdo, recuerdo que repite su nombre hasta alcanzar la locura, una locura que me hace dormir por unos cuantos minutos pero solo para soñar con ella, sueños que mas que sueños son pesadillas llenas de mucho color, colores tan puros como su rostro, ese rostro que ahora se vuelve condena para esta vida que ya no recuerda su vida, para esta alma que ya ni alma tiene. Intento mirar los días cuando grita el sol con sus poderosos rayos pero la noche nuevamente hace eclipse y de nuevo se pierde mi razón, y brotan de mi lagrimas marcadas con su nombre al mismo tiempo que muchas cosas pasan sin lograr que yo me asombre, porque mi mente no tiene más neuronas que para ella y aunque el mundo se caiga y en los desiertos florezcan jardines a mi nada de eso me importara, porque simplemente me importan sus besos porque simplemente me importa su vida, esa que se llevo la mía, mientras yo le rogaba por qué no se fuera. Esta noche que vive en mis ojos escribe canciones para mis oídos, canciones que hablan de esperanza y también de paz pero en verdad son canciones que no logro entenderlas, por que en verdad cada vez la amo mas y ni toda el agua de los grandes mares refrescara mi existencia, una existencia ya perdida en muchas sombras que se burlan de mi, pero no las culpo simplemente ellas no saben lo que hacen, quiero vivir pero no sé cómo hacerlo, quiero reír pero ya ni me acuerdo, hasta luego me despido, hasta luego ahora me marcho o tal vez hasta otra noche.