si no fuera por la lluvia no sabría de caricias
si no fuera por este dolor mi recado no serviría
si las calles estuvieran esperándome jamás hubiese amado al silencio
si los pétalos fueran eternos no habría razón para luchar

aquella vez me equivoqué de camino pero igual llegué
me dijeron que no sólo hablara de mí
por lo mismo decidí hablar de otros
lástima que nadie los conocía

cuando paseo por sus hogares
me doy cuenta que aquello nunca fue tal
eran mentiras disfrazadas de abrazos
diálogos remunerados por sus verdugos

selectivamente fui escarbando entre la tierra
había basura y esclavos que lograron escapar
nos tomamos varias cervezas
alcancé a abordar el último recorrido

cuando no quedan caminos se inventan
cuando las llamas te persiguen las invitas a beber
cuando todo parece acabar vuelves a ofrecerle un trago
cuando se acaba la cerveza es más complicado

quién más que yo quisiera no haber escrito nunca ésto
nos vemos enfrentados a una ineludible presión
tenemos el deber de contar lo que sucedió
esto no puede quedar impune

la culpa es de quien culpa
no existen responsables ni víctimas
todo es parte de la fragilidad que llamamos razón
es imposible olvidar su rostro afligido por el hambre

si quieren condenarme pues los espero
nadie estuvo ahí cuando lo necesité
las consecuencias habrán de ser su eterno martirio
a estas alturas no siento compasión

sembramos humildad donde necesitábamos fortaleza
sembramos cariños que nadie conoció
sembramos un ataúd donde aún había vida
sembramos una mala copia del mar inmenso

no es necesario que se alejen pues yo mismo lo haré
voy a extrañarlos pero no todavía
me quedan argumentos para soportar su amargura
tengo suficientes descargos como para abandonar la hermosa queja

mañana el calor difuminará este canto
quizás me encuentre con su sonrisa
en una de esas la invito a tomar una cerveza
todo depende del lecho que hoy me cobije

hace tanto tiempo no escuchaba su voz
las burbujas impertinentemente perfectas
aguardo por la ola para que me lleve consigo
es tiempo de mojarse más que los pies arremangados.-