Aun en el fin de los tiempos se escucharan los canticos, canticos que recuerden la gloria inmortal a la musa inspiradora del hombre simple y mortal.

Hombre convertido en héroe y guerrero por la fuerza inspiradora del amor a su musa, guiado por la bondad de su espíritu y la caricia de su alma pura, por su belleza exterior tan solo superada por la belleza de su interior.

Fuerza tan grande capaz de rescatar a nuestro héroe de la tumba helada donde fue destinado a descansar por la eternidad, derretir el hielo perpetuo de los glaciales y calentar su cuerpo frio dotándolo de nueva vida, todo gracias a la fuerza insospechada de la musa inspiradora.

Misterioso poder capaz de dar vida, camino y destino a un ser muerto, proveyéndolo además de la capacidad de para luchar mas allá del tiempo y el espacio, y nunca descansar en la búsqueda y protección del amor que lo despertó del sueño frio y eterno.

Los dioses aun después del tiempo recitaran los canticos del hombre mortal convertido en eterno amante y protector por amor a la musa de su inspiración.

Ho amor de mortal que conviertes al simple en héroe, capaz de mover montañas y llegar hasta el infinito con tal de encontrar a quien lo volvió a la vida.

Belleza y perfección de cuerpo y espíritu, el sueño de una piel tan suave como la caricia de un ángel, un corazón puro lleno de sinceridad, una mirada capaz de rendir a sus pies un ejército, un bondad que palidece a los santos, y una sonrisa capaz de llenar de dicha a quien la viese, tan solo unas pocas de las infinitas virtudes que hicieron del ser normal un guerrero invencible.

Aun en el fin de los tiempos se escucharan los canticos inspirados por el amor del héroe guerrero por su musa inspiradora, porque el amor autentico del simple mortal es inmortal.