Esa noche ruidosa en que el viento y los gritos poblaron las avenidas asustando a la luna. Esa noche imperfecta en que callaron los silencios con chirriantes resonancias que destrozaban la calma. Esa noche tan sombría en que lloraron los cielos por las ausentes estrellas tan llenas de poesía. Esa noche notablemente gélida en que trajo los lánguidos otoños a las incipientes primaveras de la calida esperanza. Esa noche cuando no dijiste nada porque hablaron tus manos sobre mis curtidas canas trayéndome toda la palabra. Esa noche…. Te entregue el alma A Toñi González Valero Joan © Bosch 22/10/10
Texto agregado el 22-10-2010, y leído por 89 visitantes. (1 voto)