¡Oh, inmenso mar que alargas distancias!,
¿Has visto mis ojos llorar de ausencias
y mis manos hacer castillos de sueños ,
hermosos. pero, solo de arena?

Se van cincelando en los muros
caricias que moldean un rostro
entre rulos de sal de una cabellera
de la angustia ahogada en el recuerdo.

Forma inerte con mirada de caracolas.
sólo vive en la playa del ayer.
La espuma quiso dibujar una sonrisa
que han roído en su vuelo, las gaviotas.

En las algas se acercan escamas doradas
siendo las súplicas que anidan en la orilla.
Las estelas de la mar se vetean hacia el faro
que visten tules de un mirar esperanzado.

Esperanzas y anhelos que acunan las olas
se pierden en el vano horizonte,
pues el acuo monstruo al volver furioso
de mis sueños, el castillo, ha borrado.

Entre mis dedos traspasa la arena blanca
acumulándose los granos del olvido.
Una sonrisa posa, a mi lado, una gaviota.
Tomándola, mis lágrimas se secan.

Mirando al cielo. se inspira...