tus ojos sombrìos de un sol luminoso tu boca de rojo carmesì tus manos de corales tu nariz de celeste cielo tu camino con pètales de rosas y me vì reflejada en tu espejo como una hermosa mujer. mientras los girasoles no dejaban de mirarte..
Texto agregado el 21-10-2010, y leído por 160 visitantes. (4 votos)