Doscientas horas
más tarde
recordé
que
te amaba.
demasiado
lejos;
demasiado
tiempo;
demasiado
vino,
demasiadas
lagrimas
en el ojo
de una aguja;
demasiada cocaína
por la nariz;
demasiada entrega.
Doscientas horas
más tarde
ya no me pregunte
donde estabas;
seguramente lejos
en otros brazos;
en otras noches;
en el reposo
de otros cuerpos.
demasiadas
lagrimas
en el ojo
de una aguja
Texto agregado el 19-10-2010, y leído por 162
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Lectores Opinan
20-10-2010
Pensé que iba a encontrar un poema algo parecido a tu presentación biográfica, pero no.
Aunque la cocaina y las lágrimas es un gran drama personal y por qué no social.
Mi saludo negrate