Te deseo

Deslizante mujer que entre mis brazos cruzó, ahora anidas entre el pecho de alguien más, mientras continúo deseándote entre recuerdos que impregnados en mi como balas; me recuerdan tus labios, tus ojos verdes, tu piel y tu mirada.

Espera, no te sueltes de mí todavía…

Acuérdate como yo me acuerdo, del céfiro de inocencia que me regalaste con tus vestidos, del calor que me dabas cuando a mitad de la noche nos bañamos bajo la lluvia helada, de nuestro primer beso a la merced de la pena mutua entre el ardor de la fogata y la sombra de tu pelo al caer.

Sabes que me gustas, que no me rendiría tan fácilmente…

¿Acaso olvidaste el bombón que comimos juntos?, la vez que acaricié tu mentón con mi mano derecha y te dije “me vuelves loco”, la esperanza de perder contigo en el juego pico botella para tener una excusa al besarte, la canción que susurré mientras pretendías ignorarme…

¡Ay chica que seduces sólo con una mirada!, lo sabes muy bien…

Te deseo.