Inicio / Cuenteros Locales / za-lac-fay33 / La guerra de la Papaya (para niños)
Estaba el viento soplando tan fuertemente por el bosque que una papaya se cayó del árbol y casi aplastó a una hormiga negra que andaba explorando en busca de algo que comer.
¡Que susto el que tuvo la pobre hormiga! Pero luego se dió cuenta de que la papaya se había rajado y que ya estaba madura excepto en la puntita.
Salió corriendo hacia su hormiguero para avisarle a toda la colonia de hormigas negras acerca del feliz hallazgo. Todas ellas, al saberlo, se apresuraron inmediatamente con dirección a donde estaba la papaya pero ¡Qué desagradable sorpresa tuvieron! Se encontraron con que ya habían llegado las hormigas rojas.
La Reina de las Hormigas negras se enfrentó con la Reina de las Hormigas rojas muy indignada:
"¡Nosotras encontramos la papaya primero!" le gritó muy enojada.
"!Y nosotras llegamos antes!" le respondio la reina roja igualmente acalorada.
Discutieron por un rato pero no lograron ponerse de acuedo, las dos creían tener el derecho de quedarse con la jugosa fruta.
Iracundas decidieron que solamente había un solución: ¡Guerra!
Iba a ser una batalla muy igual porque si bien las hormigas rojas eran mas grandes, las negras eran más numerosas. Ambas reinas ordenaron a sus rerspectivos ejércitos para prepararse a la contienda. Los dos ejércitos tomaron sus posiciones con las tenazas amenazadoramente levantadas.
En ese preciso momento se escuchó sobre el campo de batalla un agudo sonido. Todas las hormigas lo reconocieron inmediatamente, estaban acostumbradas a oírlo por las noches pero no casi al medio día.
Parado sobre una alta roca se encontraba Quico Grillo frotándos fuertemente las patas que producían aquel ruido conocido en todo el bosque como "El cantar del grillo". Lo hacía tan fuertemente que se le rajó una de sus dos patitas pero a él no le importó aquello ya que logró que se hiciera el silencio en la multitud de hormigas.
Don Quico Grillo les habló entonces desde lo alto de la piedra:
-¿Pero qué es lo que pasa, queridas amigas, es que se han vuelto locas todas? ¿Por que es que van a pelear? ¿Por qué se van a lastimar?-
Todas las hormigas de ambas colonias empezaron a gritar. Quico Grillo era conocido por todo los bichitos del bosque por ser inteligente y justo; se le tenía gran respeto. Levantó la pata rajada para que hicieran silencio:
-Habla tu primero Reina Negra y luego tu, Reina Roja-
Las dos reinas explicaron sus razones con lujo de detalles presentando por que se sentían con derecho a quedarse con la papaya. Entonces Quico Grillo les preguntó:
-¿Si sóla las hormigas rojas o sólo las negras se quedan con la papaya ¿Podrían comérsela toda?-
Las reinas estuvieron de acuerdo en que no lo lograrían.
-Entonces ¿Por qué no la reparten?-
-Porque todas querríamos quedarnos con la parte más jugosa y dulce-. Explicó la Reina Roja.
Quico Grillo se quedó un momento en silencio mientras se rascaba el cogote pensativo y luego les preguntó:
-¿Quien de ustedes tiene los mejores ingenieros?-
-Nosotras- digo la Reina Negra -Las hormigas rojas viven bajo una piedra mientras que nosotras construimos hermosos montículos altos.
-Muy bien, en ese caso que las ingenieras negras tomen sus medidas y marquen la papaya en tal modo que ambas partes sean iguales con partes maduras y partes verdes, exactamente.
Todas las hormigas esperaron a que marcaran la división las ingenieras que al cabo de un rato declararon orgullosamente:
-Hemos terminado-.
-¿Son las mitades iguales?- preguntó el grillo.
-Exactamente iguales- repitieron las hormigas rojas.
-Perfecto, en este caso las hormigas negras dividieron y las hormigas rojas escogen.-
Todas las hormigas se quedaron maravilladas por la justicia y el ingenio de Quico Grillo.
Las hormigas rojas simplemente optaron por la mitad más cercana a su hormiguero. Hormigas negras y rojas trabajaron toda la tarde, arduosamente pero sin pelearse. Cuando todas lar hormigas negras y rojas se llevaron lo que pudieron, las dos reinas se consultaron y ordenaron que se cortara un gran pedazo de papaya dulce y jugosa y se la llevaran a don Quico Grillo, quien las habia observado todo el tiempo trabajando desde lo alto de su roca, en agradecimiento. Quico Grillo estaba muy contento y solamente les dijo "Gracias".
Esa noche todo el bosque oyó de nuevo "La Canción del Grillo" ¡Quico Grillo era un gran cantante! Desde entonces las hormigas rojas y las hormigas negras trabajan juntas y alegres de poder vivir en paz. |
Texto agregado el 16-10-2010, y leído por 5456
visitantes. (16 votos)
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Lectores Opinan |
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10-01-2013 |
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Es una maravilla, será el primer cuento del año si me lo permites. Beso avefenixazul |
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09-11-2010 |
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Estrellas de papaya dulce y jugosa para tí por este hermoso cuento infantil.Un beso, Ma.Rosa. almalen2005 |
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29-10-2010 |
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Bonito cuento para niños con un mensaje muy bueno. Me ecantó. gamalielvega |
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28-10-2010 |
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Es un encanto este cuento tiernamente bello, se siente en cada letra la sensibilidad a flor de piel, te felicito todo lo que e leído de ti ha sido más que hermoso: ********** lagunita |
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28-10-2010 |
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Rafa un lujito tu cuento.Realmente es un placer leerte****** shosha |
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