Te pediría que te adentraras
en mis numerosas aristas
y cedieras algunos de tus espacios
para ser parte de una historia
tal vez la única que fuera de realce.
Te diría que , benigna, acercaras tu rostro
a la distancia necesaria en mis necesidades.
Desearía, mas que nada que observaras
a mis peces enfrentados para que vayan
en la misma dirección: sólo la tuya.
Anhelaría, ferviente, compartir las horas
para derrochar sin pausa delirios insalvables.
Entonces me entrego a tus designios y enigmas
sin mediar condiciones, sin obstáculos.
Texto agregado el 14-10-2010, y leído por 198
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Lectores Opinan
14-10-2010
Mmmm...una entrega de ambos casi incondicional. Realmente muy hermoso.***** MujerDiosa