No te vayas hoy de mi lado que no te oiré aún si guardo silencio esperando en la oscuridad te presiento. Imagino tu aliento rozando mi oído ya estás aquí; tú me das paz. Percibo tu amor y me siento tal como niña cuando es amada arrullada en amor paternal. Como si mi angustia volara al infinito cielo y no existiera. Como si en verdad no importaran errores y fallas, pues es más grande tu amor. Cántame al oído una canción de amor, mi Dios tan grande. Para cerrar mis ojos para olvidar que sufro para recrear la ilusión y no llorar. Abrázame fuerte, mi gran Señor y no me sueltes. Que la confusión gana esta noche, arrastrando mis motivos llevándoselo todo. Imagino en tus oídos un ruego y mi adoración. Canta una canción de amor, mientras yo duermo. Que tu ternura me abrace, como en un sueño y yo descanse arrullada mientras oro por él. Y tu susurres en el viento llenando la noche con tu voz dices descansa mi niña, que otro día llegará.
Texto agregado el 12-10-2010, y leído por 121 visitantes. (1 voto)