Senén Valencia
La brisa del mar acariciaba como brocha de pintor los rostros de Jesús Valencia y su sobrina Elker en el malecón de Barcelona en esa tarde de otoño tardío donde gaviotas silvestres hacían festín de un mero impresionante.
Tu padre murió en una tarde como ésta, dijo Jesús Valencia, salió de su piso con la decision de morir ése día. No se despidió de tu madre como siempre, sino le dió un beso y abrazo prolongado. !Cuida mucho de Elker,! dijo, como si estuviera dictando el último discurso de su existencia, Jesús tomó aliento viendo hacia el horizonte y agregó, fué exactamente donde tu te sientas, con el cuaderno de siempre y la pluma fuente Parker que le regalé para su cumpleaños cuando escribió el último verso de su vida, antes que sucumbiera al peso de la enfermedad adquirida por las torturas durante el cautiverio en las celdas franquistas. Tu apenas habías cumplido cuatro meses de edad.
Elker escuchaba como si fuese la historia mas extraña que habría sido contada y dijo en tono triste, No se mucho de su prisión y muerte; mi madre ha esquivado muchas veces la conversación sobre esta parte de la vida de mi padre.
Jesús continuo su relato, Senén es decir tu padre, fue un chico bien parecido y educado como pocos. Tu abuelo José tenía cierta preferencia por Senén a pesar que yo era el que seguía el camino militar. Durante la guerra civil , mi padre José fue comandante de una brigada Republicana que detuvo al enemigo en los pasos de la sierra de Guadarrama y yo Capitán y encargado del frente que paró la sublevación en Alcalá de Henares. Tu padre, que había seguido el camino de las letras estaba involucrado en la redacción de los comunicados militares de los defensores de la república en Pamplona. Durante un bombardeo de la fuerza aerea Nazi, una bomba cayó en el cuartel general, matando entre otros también a tu abuelo, según informó la prensa, pero tu primo Paco tuvo información que el abuelo no murió en el bombardeo sino que fue capturado vivo. Luego la falange lo asesino y enterró, ve tu a saber donde. En ese momento yo me encontraba en Valencia repartiendo unas instrucciones militares cuando me llegó la noticia. Llegué a casa y conté a mi madre lo que había sucedido. Al contrario de lo que pensaba, tu abuela no derramó ninguna lágrima, pero el semblante tomó una vejez impresionante. Se vistió de negro y tomó la determinación de un encierro hermético, interrumpido únicamente por las compras de los alimentos y otros bienes necesarios. Casi al final de la Guerra poco tiempo posterior a la desaparición del abuelo, tu padre y yo fuimos capturados por las milicias falangistas en la imprenta donde él redactaba los panfletos que luego se repartían por la noche. Estuvimos juntos en un calabozo de Pamplona, pero al día siguiente llevaron a tu padre a otra prisión a cien kilometros de distancia, todavía no puedo entender la razón porqué el enemigo se ensañó más contra tu padre, quizá fue porque le encontraron en el bosillo de su saco un librito de cuentos de Antón Chjejov y en ese tiempo, el intelecto y la cultura resultaba un motivo de desconfianza .
Allí pasó seis años sufriendo torturas e insultos que le dañaron irreversible y críticamente su salud. Como consecuencia de las torturas pasó su prisión entre el hospital y la cárcel. Durante éste tiempo Senén escribió poemas en el dorso de las cartas que los otros prisioneros recibían de familiares.
Instalado Franco en el poder, Senén fué liberado y trató de iniciar una nueva vida, pero la salud lo seguía debilitando. Conoció a tu mamá durante la feria local y ambos se enamoraron profundamente. De ese amor naciste tú y Clemente que como sabes falleció a los pocos días de nacer.
Todavía guardo uno de los poemas que escribió en la prisión. ¿quieres que lo lea?-
-Por favor tío
- Asi va-
“Dulce ruido de llave
sonido de esperanza
perfume de campo abierto
que abate mi alma llana
Me gusta que suene
que suene, que suene el río
y que en la luna que veo a distancia
se refleje el ruido, que suenen
que suenen, dulce llave de esperanza”. Pamplona 13 de marzo 1938.
¿Tío tu sabes quienes lo torturaron? !La verdad sólo sé del comandante de la comisería de ese entonces y de quien se aseguró que era el que ordenaba las torturas y creo que todvía está vivo!. Es un viejo igual que yó, vive en San Lorenzo, El Escorial, cerca de Madrid, su nombre es Pascal Peret-
-Gracias tío, me habeis sacado de muchas dudas-
Un mes más tarde, aparece una noticia pequeña en el País que dice “ El señor Pascal Peret muere al caer desde el quinto piso donde residía . La policía civil investiga si se trata de un suicidio o un un crimen. “
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