La noche abandona mis huesos
el charco que se escurre bajo la puerta
tragó el zaguán que daba al vientre
donde duermen las marionetas que fuimos

Se derrumba la casa platos adentro
los retratos escapan por la ventana
que abrimos para arrojar tempestades

las anclas ya no sostienen el vino de los náufragos
penetran el mar,
se enganchan en las costillas del sol
ahogado por la baba del tiempo

el mundo haló la cadena
nos espera una fosa común


el nido de ratas donde Díos escribe los días