Realmente me es odioso tener que pensarlo, yo no tengo porqué estar pensando en esto, pero la cosa es que no puedo sustraerme a los fenómenos que me recortan (¿a su antojo?) como si yo fuera un pedazo de papel... (Además ni siquiera estoy en shock)... “alguien” estuvo enfermo todo el fin de semana, no de muerte claro, hubiera sido demasiado (y por supuesto que yo no me hubiera prestado otra vez para esas cosas), pero lo suficiente como para que inevitablemente desplegara mi instinto maternal... eso me perturba mucho... que estuviera enfermo o no es irrelevante, lo es porque si no hubiera sido su enfermedad cualquier otra cosa (con la misma capacidad para despertarme) me habría despertado. Otra vez, otra vez las ganas de cuidar, de besar, de trasnochar, de alimentar... y entonces todas las cuestiones esotéricas me revientan porque recuerdo (lo recuerdo muy bien) que en alguna parte de algún texto tonto decía que existían algunos “Cáncer” que teníamos, digamos, un destino adverso, una cierta inclinación hacia el caos, debido a que no estábamos dispuestos a aceptar nuestra “naturaleza”. ¡Entonces yo debo suponer que mi naturaleza es la maternidad! ¡Y que debo seguir permitiendo que se me duerma el cerebro entre bolsitas de yogur y torticas pendejas, y entre el supermercado y relajantes reuniones familiares de viernes en la noche con lasagna y coca cola!. Me resisto, me resisto... es una sensación horrible... mi psique dándome órdenes de asumir las riendas de un hogar... prefiero largarme y padecer el resto de mi vida antes que caer en una mesedora a tejer tendidos y luego dormirme profundamente en el balcón... yo quiero un apartamento gigante en un piso alto desde donde pueda ver las luces de la ciudad (frente a ese parque bonito de nueva york me caería muy bien), con pisos negros y grandes sofás, un ventanal por donde entre toda la brisa del océano (si hay océano) y un piano para que alguien que lo sepa tocar venga y toque mientras bebemos hablando un poco de lo que sea... no quiero reducirme a las manualidades, no quiero pegarme a una silla a recortar o a pegar, no quiero mancharme las manos haciendo cojines, a menos que sean una muestra de la elevación de mi razón. Se que puedo sonar estúpida, pero no me trago eso de andar “sintiendo” todo el tiempo mientras el cerebro se me va fosilizando, por eso no me conformo con una casita de chocolate y un bello jardín, no podría hacerlo aunque me resulte muy tentador, me hará falta el violín o el chelo, me hará falta el manchón de sangre sobre la alfombra, las copas quebradas, los restos de alcohol, me hará falta el cigarrillo (aunque yo no fumo), el desorden en algún momento tendrá que aparecer para recordarme que las cosas no andan del todo bien (¿cómo podría ser eso posible?), que mi cerebro se agrietó de tanto universo, de tanta “falta de”... complejo de madre, ¡eso es asqueroso!... por eso nada de jardines (mi mamá me regaló este fin de semana una mata y ya le puse nombre), ni de panaderías... y menos niños... ya pasó el tiempo de sobar con metáforas al bebé que no nació, no nació y punto, y además el universo sí tiene rincones y yo estoy en uno por eso nadie me ha visto (y tampoco me importa que me vean)... y el amor, el amor no me importa, porque “alguien” enfermo rogándome que me quedara toda la noche a su lado, “alguien” hirviendo en fiebre, a punto de convulsionar, y yo solamente pensando en “amanecer” en mi cama, en pararme de allí y salir no sé, a caminar por las calles y luego llegar a mi cama... el amor no me importa... a veces lo pienso (a "alguien"), y lo pienso como un gran amigo que me mata cuando se va, cuando se aleja y me priva de su sonrisa, de sus chistes estúpidos y de su alma que a cada rato se asoma entre sus gestos, por eso lloro tanto, debe ser por eso, porque se aleja y ya no podemos reír juntos, y no podemos jugar a besarnos, es un amigo, un amigo al que se quiere entrañablemente y al que uno le alcahuetea todo, tal vez sea ahí donde el amar en sí cobra vida... ¡aha! No, no es cierto, eso solo es una secuela del cristianismo, pero no es cierto... Además ¡odio a Afrodita!, tan desequilibrada, tan vulgar, la odio tanto “tejedora de engaños”, yo no soy Afrodita, afrodita no es más que el amor físico, el amor barato, en cambio Urania... Urania es el amor de los sentidos (¿la razón es un sentido?), no sé cómo decirlo, hay en ese amor una cierta elevación... intenciones de occidente supongo (recordemos que grecia... caramba grecia está en el mediterráneo) y el hombre, ¿por qué el hombre “quiere ser algo”? ¿Qué sería el hombre si no fuera “algo”? Ser hombre ya es algo, ¿porqué no solamente somos hombres y ya? Hombres, no comerciantes, ni profesores, o abogados y cosas así, solo ser hombres... y volvemos al mismo punto, parece que no hubieran pasado cuatro años: el hombre sin razón – hombre animal – animal... no, es muy estúpido... la vaguedada, la vaguedad... el estar... porque por encima de todo, por encima de SER, únicamente ESTAMOS... claro que ninguna de las dos, ser o estar, importa, no sirve de nada, para qué sirven, no servirían de nada ni aunque encontráramos la fuente de la eterna juventud, o lográramos alcanzar la inmortalidad sin envejecer... la vaguedad, la vaguedad... es aquí cuando entra Morelli, y pasamos a odiar el cuerpo... como el si el cuerpo fuera el responsable... definitivamente hay que matar el instinto y echarlo por el primer agujero negro que se nos aparezca ... por culpa de la “ratidad” del instinto, su papá lo ignoró todo el fin de semana mientras ardía en fiebre, mientras sus miembros iban perdiendo movilidad y se desvanecía como el humo bajo la lluvia (qué patético)... es por culpa de la vaca cósmica que reír demasiado le hizo daño y por eso nos tocó salir a media noche a que le pincharan nuevamente la venita de la mano derecha, y por culpa de la vaca son más importantes los gatos y la perra que llevarle un plato de caldo, ¡qué probreza! ¡Cuánta carencia hay en esas almas!
... Estoy aburrida... en principio de no tener computador, el siglo XXI me pegó muy duro y ya casi no recuerdo cómo es escribir a mano... necesito un computador, aunque eso signifique que mi letra ahora sea más fea que lo que era antes... Recuerdo otra vez a Afrodita ¡será tan desagradable que nació por la fecundación de unos genitales castrados! ¡que soberano asco!..
...en verdad solo quiero jugar ajedrez...
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