Valencia, a 7 de octubre del 2010.
Madre:
Me fui con la maleta a mitad llenar porque no me quedaba más tiempo. Me entretuve 18 años de mi vida y ya fue más que suficiente. Perdí el hambre y las ganas, por eso me marché.
Siento que lo que hoy he hecho ha sido un paso importante en mi vida, aunque solo me haya ido unos metros de tí, pero debo estar firme en mi decisión y no dejar que ninguna situación me haga dudar.
Se me puede tachar de egoísta, pero si uno se para a pensar, se dará cuenta de que irme ha sido mi única salvación.
En realidad, no sé cuánto tiempo voy a aguantar en esta casa que no es la mía pero voy a sacar las fuerzas de donde no las haya, e intentaré hacer mi vida.
Iré a darte un beso todos los dias que el dolor me permita, a darte un abrazo para compensarte por haberte dejado ahí sola en la guarida. Eres fuerte, pero yo no, no he nacido para vivir estas cosas. Amo a la familia más que a nada pero perdimos el control del timón y ahora nos hundimos, y no sirve de nada llorar.
Créeme madre que sigo dudando de mi decisión, no sé si es peor donde me meto que de donde salgo, pero no me importa; necesito un cambio, y me atrevería a decir que no me importaría que fuese a peor, con tal de que signifique algo diferente.
Tengo más lugares a donde ir a parte de éste, y sabrás por supuesto en qué parte estaré en cada momento, sabrás dónde voy cada tarde y sabrás con quién saldré cada noche. Todo será como siempre ha sido, pero no dormiré en mi cama ni comeré, desgraciadamente, de la comida que hacen tus manos.
Espero que la soportes bien, nunca fue una chica normal, aunque ¿quién es normal en este mundo? Tú ya me entiendes, y te deseo mucha suerte y paciencia, toda la que a mí me ha faltado para aguantar sus gritos y sus insultos.
Por último, esta tarde bajaré a recoger algo de ropa y zapatos. Te quiero, te quiero mucho, y me odio por hacer esto. Pero no quiero que mi vida sea así, no quiero esto. Antes prefiero morirme, y bien es sabido que esto no se concibe al cien por cien hasta que la muerte no visita, pero mi situación es tan, y tan, y tan bizarra que me atrevo a vacilarla, a la muerte, a la vida.
Laura. |