El Cerro Bravo se encuentra al norte de un pueblo llamado San Juan del Potrero de la Provincia Manuel Maria Caballero (Departamento de Santa Cruz - Bolivia), sobre la carretera antigua a Cochabamba, aproximadamente a unos 220 Km de Santa Cruz de la Sierra.
Este cerro se encuentra en las espesuras del área protegida del Parque Nacional Amboró, este cerro es muy misterioso pues ya que varias personas dan su testimonio sobre el mencionado cerro, algunos especulan que este cerro es del diablo porque muchas personas que han intentado escalar nunca han salido con un juicio cabal o no han regresado (versión de los ancianos).
Otros sostienen que era un cerro donde los incas enterraban a sus reyes, curanderos, caciques o personas importantes dentro de los Incas, sostienen porque han encontrado esculturas, escrituras borrosas, figuras bien definidas en piedras, tal es el caso de una figura en una piedra plana horizontal de más o menos dos metros cuadrados se encuentra allí, como la figura de la pata de un tigre y un herraje de caballo.
El cerro bravo no es un cerro muy grande pero es alto, es muy difícil de escalar pues los árboles que se ven de lejos se observan gruesos, pero es porque una capa de lana le sale al contorno llamada salvajina, los árboles en realidad son muy delgados y no son altos, las raíces no son profundas pues en algunos casos no soportan en peso de un hombre.
Hace unos años una expedición de tres hombres, dos bolivianos (entre los que se encontraba un amigo mio) y un canadiense ingresaron al monte con la intensión de trepar al cerro, cuentan de que es muy difícil de escalar por la forma del cerro por que las piedras no son firmes y son filas y constantemente cae una capa de llovizna lo que hace que la tierra sea mojada y resbaladiza.
Era un día claro, todo estaba bien hasta que uno de los del grupo de expedición tuvo un estornudo muy fuerte (cuentan que cada vez que hay un ruido fuerte empieza a lloviznar) y en ese instante se empezó a nublar y la llovizna que caía se convertía en una llovizna más espesa que no se podía ver a mas de 4 metros de distancia parecía que la nube se hubiera venido abajo. Regresaron al pie del cerro pues estaba muy lejos su campamento, así que decidieron quedarse en aquel lugar, buscaron un lugar para pasar la noche, encontraron una cueva pero no les pareció buena idea meterse allí, así que buscaron otro lugar, encontrando un árbol mas o menos frondoso, treparon a el y pasaron algunas horas cuando fueron interrumpidos del sonido del canto de las aves nocturnas y el crujir de un riachuelo que pasaba a escasos metros del lugar, al escuchar el gruñir de un tigre que pasaba por allí, los pelos se les pusieron de punta, empuñaron sus rifles de cacería pero el tigre se alejó sin molestarse en mirar ni siquiera a sus visitantes, pocas horas después empezaron las aves a deslizarse sobre el cielo y los cantos de las aves anunciaban un nuevo día, entonces empezaron con mucho cuidado a subir al cerro, pero cada vez era más difícil, en algunas ocasiones solo se pudo avanzar como 50 metros en 30 minutos y en algunos casos se hundían en huecos hasta toda la pierna y en ocasiones arrojában una piedra los huecos y escuchaba como la piedra iba golpeándose y finalmente encontraba la profundidad. Siguieron caminando de a poco pero ya estaban demasiado cansados, pues habían andado mucho, estában cerca de las 4 de la tarde, de pronto (mi amigo) vio una claridad entre las ramas del monte diagonal a donde se encontraba y emocionado les dijo a sus compañeros sobre aquel hallazgo a sus compañeros, siguiendo esa senda caminaron por dos horas mas y llegaron a la cima triunfantes y emocionados dijeron: !somos los primeros!!! .
Alla en la cima descansaron un rato, observaron el maravilloso paisaje que se veía abajo y alrededor y concluyeron que todo lo que habían pasado valió la pena y la recompensa eran las maravillas que podían apreciar sus ojos, del lado dejaron los mitos y creencias pues ellos pudieron volver a sus hogares, aunque si se pudo constatar que es un cerro muy especial por las formas de aguas que salen del pie del cerro, tienen 7 arroyos que salen del cerro y se unen a diferentes ríos. El canadiense dijo que posiblemente se encuentre oro en aquel lugar, lo interesante al andar sobre el cerro, era que al pisar se sentía como si estuviera sobre una maca plana era por la forma en que se encontraban las raíces, por las piedras y la tierra solo se entrelazaban y encima tenían la manta de salvajinas.
A pesar de todo lo vivido y constatado, quedaron muchas incógnitas en las cabezas de los expedicionarios, dudas que tal vez son parte de la historia o de los mitos que estarán o pasarán a través de las generaciones.

Los mitos son el alma de los pueblos y si ellos perduran en el tiempo podrán perdurar la esencia de sus antepasados y la riqueza de su cultura se verá fortalecida.