A veces pienso que cuando en la vida se abren dos caminos y tienes que escoger uno, yo siempre Siempre elijo el incorrecto...

Sin embargo, me doy cuenta después, cuando ya estoy tan inmersa que es imposible volver a la bifurcación y cambiar el rumbo de los hechos...

Posiblemente en ese instante me siento tan perdida en la senda equivocada, que me doy por vencida y continúo hasta el final...

Hasta que ese lugar me lleve a otro desvío con dos caminos y vuelva a decidir...

No sé si bien o mal... pero cambiará de nuevo el rumbo de mi vida.

En aquel momento me vienen a la mente todos esos caminos escogidos que no eran los más adecuados... los recuerdo y me duele no haber dado marcha atrás y elegir la otra senda...

Pero entonces ya es demasiado tarde... porque estoy perdida e inmersa en esa travesía incorrecta

ya no se puede cambiar el pasado, ni siquiera volver atrás para cambiar unos gestos, unos hechos, unas palabras, una mirada...

Pero quizá Sí modificarlo...

Hoy viajo por laberintos con caminos infinitos y distintas posibilidades, me encuentro perdida en tan difícil elección y ansío poder llegar al centro de este recinto inolvidable y olvidadizo, con esperanza de no encontrar tantos caminos efímeros y errados.