No necesito ahora
pasiòn ni circunstancia.
Los tiempos placenteros
navegan aguas mansas.
Y como los guerreros
cuando quiebran sus lanzas
ya no busco el acero
que brilla en las distancias.
Qué reposo el que sigue después de las batallas
cuando fulge en las noches una luna y en calma
un cielo con estrellas y luceros al alba.
En la calma bucólica de mi patio
en la chacra
cebar un mate largo y abrazar la guitarra,
enlazar los arpegios, susurrar las palabras
y dejar que la brisa las suba a la montaña.
Ya no aspiro a la gloria de homéricas hazañas,
un gurí y una cuna resumen
mi esperanza.
Texto agregado el 06-10-2010, y leído por 199
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Lectores Opinan
06-10-2010
Es un laberinto caprichoso la calma y que no se deja atrapar facilmente, pero que felicidad cuando se la alcanza, todo se ve diferente. Un gusto leer esta poesia. Mildemonios