“cuando yo muera
no llores sobre mi tumba
cántame un lindo son
para que no llores
para que no muera…”

La martiniana




Y como olvidarte
si cada que miro hacia
el cielo te encuentro
entre el azul lunar

entre esas estrellas
que nos vieron caminar,
entre atardeceres
violentos, llenos de rojo.

Hoy la lluvia de la tarde
parece que cae más lenta
mas nostálgica, mas irreal,
como si no quisiera llegar a la Tierra

y mojar mi alma,
los recuerdos
que se evaporan hacia el cielo
si tu no estas.

Hoy mis huesos claman
por el fuego
que todo lo abraza
que todo lo consume.

La existencia se transformo
en un tedio, en algo tan febril
que las sonrisas llegan a lastimar
el tiempo transcurre mas lento

pesado, fúnebre, mientras
el viento me trata de decir algo
meciendo los árboles
con esa danza de ritmo triste.

Hubiera construido un puente
para ir y venir sin ser extranjeros.
Cabalgaría entre despojos de caballos
como fantasmas cansados de vida…

De existir
de siempre olvidar
de querer volar
anhelar, morir en paz…