Hay veces que me enamoro de Pac Man. Es perfecto… para mí, por supuesto (¡qué importa el mundo! El mio aprecia la bidimensión.)
Va muy decidido por su camino, sin temor a cambiar de dirección y reajustar su estrategia. Lo que importa es el resultado.
¡Igual que yo, disfruta el juego de la vida! Se juega las tres, de hecho.
He llegado a la conclusion de que no come puntos sino más bien se los gana con su gran carcajada; es un ser intensamente feliz.
Creo que a veces me enamoro de él o por lo menos todos los emoticones me lo recuerdan.
Es como un compañero de juegos y está ahí cuando quiero compartir, evadirme o subir de nivel.
Mmmm… ¿que por qué dije “a veces” me enamoro de él?
Bueno, ¡yo soy todo un personaje también! Vivo en más dimensiones de las que pudiera explicar.
Supongo que es una posibilidad que hagamos tan buen equipo que no perdamos ni una sola vida antes de llegar al grano. ¡Yo que sé! Hay cosas que no vienen con instructivo.