El auditorio estaba prácticamente vacio, la gente de este país no sabe apreciar la buena música, entraron los músicos, jóvenes entre 17 y 25 años, afinaron sus instrumentos, y se paro un imbécil con cara de imbécil con un violín en la mano y con el arco en la otra dio indicaciones a diferentes partes de la orquesta para que tocaran un nota , luego entro el director de la orquesta, todos aplaudieron, y con un movimiento de su mano, un corno francés empezó a sonar, y empezaba la 5 de mahler.
Entre todos los músicos, estaba una chelista, hermosa con gafas, su talento era impresionante al igual que su postura, la espalda se mantuvo recta durante toda la sinfonía, salí por un momento entre al baño, y me masturbe pensando en la chelista, luego volví al auditorio, llegando apenas para el final, los violines iban subiendo de a poco, hasta que BUUMMM, el final, fue como si una tonelada de hierro se deslizara suave y tiernamente en una cama de plumas, hermoso, increíble, tanto la sinfonía como la chelista, el director ordeno a los músicos que se pararan, yo que estaba en primera fila la vi, ella que se había dado cuenta que la había estado mirando durante toda la obra, voltio la cara y sonrió con burla y desprecio, yo lo entendí, salí del auditorio, subí por una escalera que llevaba al techo, con lagrimas en los ojos y el alma destrozada, me lance al vacio.
|