Apenas asoma la inspiradora noche de Extremadura
los Adalides Amantes impetuosos desenfundan sables.
Refulgen orondos, provocadores aceros en la espesura.
Desde aquellas gélidas regiones de los Alpes Nobles
hasta arribar a la inmensidad de los profundos mares
resuenan apasionados golpes de certeros mandobles.
Sorprendidas por la febril batalla las altas estrellas
contemplan absortas el nervio erótico del guerrear,
titilando cual curiosas luciérnagas siempre bellas.
Su majestad el sol se alza por encima del verde prado.
La amorosa lid de esta mágica noche pronto se abate.
Los bravos Adalides del Amor Nocturno han triunfado.
Ω
Texto agregado el 30-09-2010, y leído por 177
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