Esas placidas tardes
en que hablaron los silencios,
sin más preocupaciones
que poner voz a los versos.

Esas palabras sedientas
que bebían de los sueños
para despertar las entrañas
de los dormidos cuerpos.

Ese ir y venir de sonidos
surcando los vientos
y parándose en los oídos
ansiosos de sentimientos.

Esas nuevas palpitaciones
rescatadas de los tiempos
que ponían en los corazones
todo el vigor de los besos.

Ese firme vaivén de los deseos
puestos en las esperanzas
de unos pocos versos
escritos en las madrugadas.

Esas placidas tardes,
se alojan en los recuerdos
de cuando nuestras voces
hicieron callar a los silencios.

Esas tardes…

A Toñi González
Joan © Bosch 28/09/10