¿Sabes que me inspiras?
Aun que el desencanto de la vida
Me golpea tiernamente,
Las gotas lívidas de mis ojos
No cesan de reflejarte...
Te has vuelto mi obsesión
Mi ira por no tenerte y mi gloria sólo
Por mirarte...
Claro, soy un sudor frio por las noches
Que canta solo por los lirios
De tu boquita malcriada
Que desemboca miel en cada susurro.
Si alguna de mis plegarias te alcanzase,
Lloraría taciturno en mi pecho de niño
Y moriría repitiendo tu dicha, tu gracia y tu humanidad.
Texto agregado el 27-09-2010, y leído por 142
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