Se despereza la mañana por entre lo háyales, dos sombras emergentes resurgen de la nada. Bruma intensa en las hojas otoñales, la luz de sus pensares ilumina la arboleda. Crepita la vida al paso de sus pies, sinfonía de paseantes que trasporta la brisa. Y el silencio se calla por los besos oradores de dos seres florecientes surgidos de su mañana. La primavera del alma. a Toñi González Joan © Bosch 26/09/10
Texto agregado el 26-09-2010, y leído por 113 visitantes. (1 voto)