Te miro en el reflejo de mis días...
Si pudieran los cantos de los ríos susurrarte...
Me deslizo entre los llantos de la noche...
Mis palabras se extinguieron con tu olvido...
Te marchaste y en mi vida tú entraste...
Dime ¿cómo? y ¿cuándo has de recordarme?
Si la espuma de la brisa que enjuagaba en mil caricias me dijeras que me extrañas, que me amas y deseas, en un beso te hablaría, te observara y en la alcoba de la aldea te dijera me haces falta......
Yo canto y me estremece la guirnalda de los ramos que me dabas...
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No pasan las horas, ¡porque ya se han ido!
No pasa mi vida, ¡porque la has robado!
Mi vida, ¿eres el alma que me acompaña?
Y en una hoja escribo mis tesoros, mis recuerdos escondidos, yo me expreso y te observo en la tinta de mis versos...
Decir adiós, ¿es mirarte máa de una vez?
Si mirarte entre mis anhelos es descirte adiós, yo me despido y te regalo el más sincero deseo de volver... sí... volver a tenerte entre mis recuerdos...