Inicio / Cuenteros Locales / REGIE / CUANDO LLEGUÉ NO ESTABAS...
Hoy cuando llegué no estabas,
eras ese alma que me esperaba
irradiando destellos de una vida
que se permitió transmitirme...
Yo la siento siempre,
pero es muy bonito contemplar
el rostro de un amor sin tristeza,
con la alegría de sentirse libre
sin estar absolutamente sóla...
Mi ternura está contenta,
hoy no se avergonzó ni un segundo
de existir desnuda...,
frente a esa mirada tan bella
a la que no se permite intimidar.
Mi felicidad se hace eterna
al contemplarte tranquila,
tal vez, a veces, protegida...
Mis ojos desprenden la escondida alegría
del que ama cada instante de su vida...
Cuando te marchas,
e insistes en hacérmelo saber,
el alma me duele llena de ausencia,
¿acaso no es suficientemente real
el que sienta lo que sientes...?
Es un milagro en mi interior
que duele a carcajadas de alegría,
que ríe con llanto desconsolado
cuando tu sufrimiento me cierra
las puertas entreabiertas de tu alma...
No es mi soledad, lo que duele,
sino la certeza de saber que ese alma
jamás podrá alcanzar la felicidad,
escondida entre las sombras de un pasado
que la aprisiona sin sentido...
Esta noche dormiré el sueño
de la eterna despedida...,
del nunca separarse.
(12/11/03) |
Texto agregado el 06-07-2004, y leído por 155
visitantes. (1 voto)
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Lectores Opinan |
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11-07-2004 |
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Yo he pasado por eso mismo, es como si describieras un momento de mi vida, un instante que no dejo de olvidar. perse |
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