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Depredador cibernético VI


Seis meses antes, en la navidad pasada, corrí una de mis aventuras: conocí a Nora, una morena de 19 años lindísima a la que logre desnudar en la web cam. Y posteriormente en persona, la verdadera aventura con Nora, no fue con ella, ella fue, lo que se dice “pan comido” había adquirido tanta seguridad y “filin” en lo mío que yo sabía que estando cerca, el resto sería trámite, en realidad el viaje fue la verdadera aventura. En esa oportunidad: tiempo era lo que me sobraba así que me aventure a viajar en autobús: más de 2000 kilómetros y muchas horas de viaje, atenuados por literatura e historia como compañía, (nada más agradable para los amantes de las letras y la aventuras) además de vista geográfica de lugares no conocidos: del bajío a Hermosillo. Los viajes son complicidades con los compañeros de viajes, estas complicidades se forjan en el trayecto, también algunas enemistades, pues a las personas les emana su anti socialismo, precisamente en estas pruebas de resistencia y paciencia, también sacan su verdadera personalidad. Y ahí precisamente en esta aventura se puede observar los diversos tipos de personas que se forman o que existen sobre la tierra. Mi vecino de asiento un agente viajero cuya actividad era vender guantes de beis bol, fumaba sin parar en los escasos descansos que nos daba el chofer, su charla amena y de persona de mundo me entretuvo en los lapsos que deje de lado mis libros, a mi derecha Casandra una mujer bellísima, de aproximadamente 23 años y madre de un pequeño encantador de 2 años que a pesar de su edad se comporto bastante bien, atrás de mi asiento una pandilla que intentaba parecerse a una familia que viajaba hasta la frontera para intentar cruzarla, pero que sin duda su escasa experiencia en viajes los hacia una pesadilla: 2 mujeres adultas una adolecente y 4 niños de diversas edades los hacían una verdadera molestia durante todo el trayecto, sus constantes visitas al sanitarios y su sinfonía de berridos y gritos enloquecerían a cualquiera.

Para mi alegría Casandra en varias ocasiones me miro y sonrió: primero de una forma afable y después por la insistencia con coquetería, creí que todo quedaría en flirteos pero la segunda noche con la fatiga del viaje mi vecino busco un lugar más espacioso para descansar, entonces ella acomodo a su pequeño, miro con tranquilidad que todos durmieran(aparentemente) y vino a mi lugar –perdona que te moleste –me dijo--, no te preocupes –le dije cortésmente, y entonces comenzó a contarme su vida en una especia de resumen apresurado por que al parecer no venía a platícame de su vida. –Soy teibolera –me confesó—el papa del niño me abandono cuando supo que estaba embarazada, mi papa me corrió de la casa cuando supo que estaba embarazad y entonces decidí que haría cualquier cosa para sacar adelante a mi hijo, pero nunca eh tenido nada que ver con nadie, y si te digo que me muero de ganas de “hacerlo” poro casi nadie me parece adecuado –me dijo—escondiendo un poco la cara, y… --no quiero ofenderte pero me pareces un buen hombre y me pregunto: ¿si te molestaría que lo hiciéramos? Me sorprendió ¡sí! Pero ya la tenía, explorando mi entrepierna, apenas alcance a reaccionar, ella había notado que yo la había desnudado con la mirada, y solo para asegurarme le pregunte: ¿no te molesta que nos escuchen? Y ella me contesto --¡solo tú me escucharas! Llevaba un pants verde seco, muy fácil de bajar así, que en cuanto hubo una respuesta física de mi parte, se monto a horcajadas sobre mi y con un vaivén suave que me tenia al borde, todo aquello era demasiado erótico: el entorno, lo prohibido, sentir su humedad premeditada abrazando mi pene, mis manos acariciando sus frescos muslos y nalgas era estar al borde del abismo, y quererse aferrar de esa orilla. No sé cuanto duro, se que fue lo suficiente porque ella se aferro de tal forma a mi espalda que provoco tremendos surcos, y entonces dirigió su boca a mi oído para emitir unos gemidos apenas perceptibles pero tan deliciosos que me hicieron quererla penetrar hasta el alma. Creo que llegamos juntos, ella se quedo un roto besándome las mejillas y rostro, yo aun estaba extasiado no podía del todo corresponderle, por la sorpresa, la experiencia, y también el temor de que alguien se hubiese enterado.

Mi vecino regreso a las 2 horas y viendo que estaba despierto mirando a las luces de una pequeña población que pasábamos me dijo: --¿Qué tal estuvo la presa tigre?—me hice le desentendido como si no supiera de que hablaba, el no forzó la respuesta.

5 horas después llegábamos a la termina de Hermosillo, Nora estaba en el andén esperándome, se lanzo a mis brazos y me beso profundamente, al llegar al hotel ni siquiera me dio tiempo de bañarme, así como venia del “viaje” me hizo el amor, casi exigiéndome que cumpliera mis promesas del chat. Literalmente se bajo Casandra para subirse Nora, pero mis manos aun tenían el olor de Casandra…

Texto agregado el 23-09-2010, y leído por 126 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
28-09-2010 agitado capitulo,casi una invación para el depredador******* shosha
23-09-2010 Todo un galán... susana-del-rosal
 
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