Pies exangues
del arduo recorrido
corrido.
Hombros de
hombre cazado
cansado.
Ojos negros de
vista fugaz,
con fugas de
radiante luz.
Dos brazos de grandes
precios y con
desprecios.
Piernas fuertes
para el camino
que no se caminó.
Texto agregado el 22-09-2010, y leído por 184
visitantes. (1 voto)