El espíritu del dolor

circula huracanado entre mis venas
estoy vivo!
fuerte, impetuoso, cautivo
pero humano
llega de nuevo a gran velocidad
me guardo en una coraza de mariposa
un caparazón de tortuga
para evitar daños en mi frágil interior
las marcas entre la capa dura no borran
tampoco los sellos de la maldición
estacionario aguardo en su interior
me muevo violentamente entre la dureza de la túnica
aires helados y cortantes
corrientes marinas indecisas
un brío de sombras apuntándome
se precipitan a mi esencia
los años hacen esta capa mas gruesa
los enemigos de la luna
me hacen más fuerte
así me conservo
y mi ser transcurre
entre las magulladuras del interior de la túnica.