La poesía no se me da,
no se me entrega,
tengo que agarrarla de improviso
pa' que entre,
digo,
debería ser integral
como el pan que comemos a veces
en los tiempos que hay lucas.
Debería ser gaseosa.
La poesía debería ser fumable,
aspirable,
inyectable,
besable…
Combustible.
Es cierto, no se me da paná
¡y con veintitantos creís que no me ha dado cuenta por la chucha!
Claro que lo sé, la poesía no quiere nada conmigo,
es que el primer culión que nos pegamos fue malo
y cagué.
Siempre la vi como una amante traicionera,
pero que perdona,
con tantos malos poetas y tanta mala poesía
yo decía "que importa otro gueón más, total ya habemos tantos"
por último hacemos patota y entre todos le pedimos el minuto feliz
Ese minuto que no llega nunca y que nunca fue feliz
para nadie.
Poesía de mierda,
tan llena de metáforas y decir una cosa para evocar otra.
Las montañas son tierra por la cresta,
no son voluptuosas manos queriendo alcanzar al sol.
Es nieve loco, nieve, agua congelada,
un proceso físico,
no discuto que es linda la cosa blanca esa
pero solo es nieve, para tirarse al suelo y hacer angelitos.
Adentro mío lo entiendo,
siempre lo entendí,
sé que nunca llegaré a ser un buen poeta. |