( este cuento fué una historia real,
en Colombia unos bandidos tenían una lora que les advertía cuando la policía les rondaba, escrito así : )
un bandido en la ciudad, de la lora Dora se quiso aprovechar
y al momento que cometía su fechoría a la lora enseñó a alertar
- corran, corran, no vaya a ser que se los coma el gato – cantaba la lora cuando veía un policía
y cuando el pícaro malandrín fue sorprendido,
el pajarraco también fue sometido
- está también usted arrestada, tiene derecho a guardar silencio y todo lo que diga puede ser usado en su contra – le dijo el comandante de la policía a Dora
como la lora no paraba de parlotear, no escuchó las directrices
y al momento de ser encaramada a la patrulla policial,
cambio la parla por sus mejores canciones para hacerlos felices
terminada su primera actuación, escuchó decir que tenía derecho a contratar un abogado, a lo que la lora respondió :
- ningún abogado necesito, solo alas para emprender regreso a la selva donde vivo yo, me voy triste, ver acá en la ciudad mis canciones no causan emociones -, alzó vuelo y partió, y a los carceleros con la boca abierta dejó
advertencia cantantes ! :
no precisamente en otros lugares, diferentes a donde bien se canta, se puede triunfar,
allá podemos encontrarnos muchos pesares y ustedes pronto querer partir, nadie vuestro talento haga destacar y pocos a aplaudir
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