Hay tanto grito silencioso aquí, y los muros me guiñan, me rasgan el aliento. Es como si me hubieran escupido el alma. Como si se hubiesen ido y dejado en compañía del miedo. Hay tanto grito silencioso, y yo a medias. Con el cuerpo inmóvil, con la ilusión a oscuras.
Texto agregado el 21-09-2010, y leído por 176 visitantes. (3 votos)