Escribiré, un día de estos una poesía sin permiso. Nada de sílabas contadas. Sólo palabras de la nada. Eso sí, serán hermosas como lo son las cosas que no hieren ni mueren pues sobreviven al tiempo. Sus versos melodiosos tañirán como campanas y al leerlos serán vida y sentimientos de un mañana. No tendrán destinatario. Serán de la humanidad. Patrimonio del instante. Joyas de una eternidad. No sé si pueda alcanzarlo. Pero el intento será. Abriré a esas ventanas para observar mas allá.
Texto agregado el 19-09-2010, y leído por 218 visitantes. (3 votos)