Lo insoportable de la espera,
Lo que no se puede justificar, las vueltas a la cuchara, el café enfriándose,
el café,
las preguntas,
los mensajes de texto,
los mensajes,
los pasajes de avión,
los recuerdos vagos,
inventados.
Las fotos a contraluz,
Tus fotos, mis fotos,
Tu pelo, limpio, sucio, hermoso en su imperfección, como una acuarela, mis manos temblando en esa espera incierta, repitiéndome las canciones, los melodramas,
alargando lo insoportable de esta espera,
alargando mis piernas con efectos ópticos de alta costura, de mierda, para afianzar esta temblorosa autoestima que se desarrolla como fideos recocidos,
tus sirenas sonando en la avenida y alejándose en flashasos de ciudad entumecida, mis alergias a tu ciudad, mi ciudad,
acortando las esperas con literatura, agrandando el temor a que no vuelvas, a que no hayas sido, a pintarte de mentira y recordarlo todo mal,
mal,
me viene a la mente, me la mata,
el recuerdo que no es mío, del libro equivocado, tratando de inspirar esos espasmos de nada, en la casa vacía que me camina por la espalda como cucarachas, temiendo de lo inevitable mas que nada,
planeando un futuro esplendor que me da dos alientos y tres patadas,
todos estos años no me han servido de nada, salvo mi piel que se pone mas dura, escamosa, como devastada,
esta cara que te recuerda y no te deja ir, como telenovelescamente te atrapo un día siendo ni siquiera tu y ahora ya es demasiado tarde.
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