Mi piel, ingenua y delicada,
hecha de menos tu piel,
sin rozarla, sólo sentida
en el más absoluto silencio
de una verdad que duele sin existir...
Mis besos se acumulan
vertiéndose, desnudos, al aire,
disimulando su razón de ser,
tan efímera, si no te hace sentir la vida.
Mi alma, tan cercana a tu alma,
se esconde sin desearlo
y mis deseos cierran los ojos
ante tu impensable distancia...
Mi amor me envuelve, protegiendo
mis sueños recién nacidos,
y mi alma revolotea
por mundos lejanos
buscando la paz que acabe
llevándome a mi destino...
Siento la ternura de pretender
transmitirte el tranquilo amor,
que es capaz de anular la pasión
para no perder de vista "la verdad"...
Te quiero tanto que si descubro
que la lejanía une nuestras almas,
trasladaría mi vida
para seguir sintiéndote...
Te amaré siempre...,
pero lo más importante es
que te comprenderé siempre,
muy dentro de mí misma,
en ese rincón de mi alma
al que sólo pude acceder
gracias a tí..., a tu alma viva.
Jamás permitiré que mi amor
te ofrezca algo que no sea felicidad,
aunque mi alma llore en silencio
tu ausencia, inimaginada ahora...
Mi alma te acaricia levemente
en la distancia, tan cercana
cuando te siento...
Aunque sufriese toda mi vida por ello
jamás me podría arrepentir
de haberte conocido... Jamás.

(26/10/03)