Cierro los ojos, porque? nose, Por cuanto tiempo? no se, quiero poder abrirlos pero tengo
un gran miedo a salir del mundo, de encontrar cosas que a mis pensamientos liberen.
Cerré los ojos, y ahora veo un camino, quizas el mas largo que he visto, esta lleno de rocas
está lleno de obstaculos, pero toda la gente que veo pasar no se preocupa de esas piedras,
solo salta, corre, vuela sobre las piedras y no les pasa nada, yo intento hacer eso,
intento avanzar, estoy decidido, ya nada me hara retroceder, doy mi primer salto y caigo
al suelo, mis codos estan rasmillados, derrepente empiezo a llorar, no puedo ver como me
he herido y menos puedo ver como no logro avanzar.
Luego de unos minutos vuelve el coraje a mi, creo que esta vez puedo salir de ahi, hago
mi intento y hago un salto mas grande que el anterior, elevandome por el cielo, pero temo mirar
hacia abajo, temo perder la confianza y derrumbarme como una torre. Este miedo se apodera
de la situación, y ya no hay vuelta atras, caigo sin previo aviso, azotandome con las piedras que
hay botadas, el dolor es inmenso, me he roto la cara, permanezco por 15 minutos tirado en el
suelo, y los demas pasan volando por arriba de mi, mirandome, con extrañesa, con un pensamiento
de pena, yo no puedo hacer nada para defenderme, no puedo mover ni un brazo, Porque? no lose
Solo sé que no puedo volar, no puedo elevarme, quizas sea por algo, pero no logro averiguar
el porque.
Media hora despues logro pararme, como si nada hubiera pasado, pero hay algo que me llena
de extrañesa, mi cuerpo, mi cara, mis manos, no son las mismas, son mas jovenes, volvi a ser
un niño, un muchacho sin obligaciones. Ya no hallo razones para salir del camino, quisiera
vivir ahí, y mi llanto ahora es mas fuerte que el anterior, Por qué?, porque quiero
que me cuiden, que me hagan sentir protegido, que se podia esperar volvi a tener 7 años.
Tengo cada vez mas ganas de jugar, de pararme y conocer el mundo, no puedo, siento que
una pieda me atrapó para siempre, ahora, siento que estoy solo, que no conozco a nadie, que
estoy mas solo que en el principio, no veo a nadie conocido alrededor, me siento observado,
un extraño niño llorando en la mitad de un camino empedrado, sin nadie a su lado que lo cuide,
No quisiera terminar asi mi vida, sin nadie que me cuide, aun tengo 7 años, Por qué? porque
mi mente me rejuveneció, pero ahora no conozco a nadie, toda la gente que creció conmigo está
en otro lado, ya no está cerca.
La gente está volando aún, está avanzando por el camino de piedras, pero, a lo lejos veo
una sombra, ya es de noche y no se ve nada mas, pero esa sombra, a esa sombra la distingo bien,
me resulta familiar, quizas porque será pero siento que esa sobra viene a protegerme,
a sacar esa piedra de mi pierna, a levantarme en brazos y a liberarme del tormento.
Cada vez se acerca mas a mi, aunque aun no logro ver quien es.
Se vienen muchos recuerdos a mi mente, viajes, sonrisas y lagrimas, pero no me puedo sacar
de la cabeza a esa sombra que sigue cada vez mas rapido hacia mi, una leve mezcla de
sentimientos me inunda, una mezcla de miedo y ansiedad, por un lado temo a ver quien
es esa sombra que cada vez se acerca mas, y por otro lado una alegria, alegria por saber
que esa persona viene a ayudarme.
Sinceramente no quiero salir de este lugar, la piedra se llevó mi edad, boto a la basura
el tiempo que he pasado, no veo a ningun conocido en este camino, temo que empieze a llover,
que el agua empeore mas mi condicion.
Llegó el momento en el que me siento acorralado, sin escapatoria a mi futuro, repentinamente
volví a cerrar los ojos, esperando que de alguna manera vuelva a tener 15, volver a tomar
mi guitarra, cumplir mi sueño de tocar con un grupo en algun lugar, volver a tomar la hoja
y a volver a escribir, pero nada resulta, un remezón de frio me envuelve, veo que ya no puedo
hacer nada, solo recostarme y cerrar los ojos, esperar que la lluvia caiga sobre mi cara,
y asi terminar mi vida en la mitad de ese camino rocoso, viendo como la gente sale y yo sigo
ahi esperando que alguien me rescate. Pero derrepente llega esa sombra hacia mi, yo tengo los ojos
hinchados por haber llorado tanto, asi que ciertamente no sé quien sea, pero me sonrie
y me saca la piedra de encima, yo ya no aguanto mas y las lagrimas vuelven a brotar.
Realmente no se si sea correcto confiar mi vida en esa extraña, pero se ve convencida de
protegerme no se por qué, esa sensacion de proteccion me hace dudar mas de mi camino,
Por qué esa mujer se preocupa de protegerme?, Esa era la gran pregunta, nadie la podia
responder en ese momento, solo era un niño de 7 años confiando su seguridad en una sombra
que iba a protegerlo en una fria noche, lo unico que deseo es que mis ojos se reactiven
para poder ver a la persona que me ayudó a salir de ese camino, lastima que aun no logre verlo.
Ya vamos saliendo del largo camino, pero, no avanzamos, veo que ella no quiere adelantarse a nada
solo que mira hacia adelante y camina hacia atras sin miedo a tropezarse con alguna roca,
es alguien valiente, pero que con su actitud me va intrigando cada vez mas, hasta llegar al punto
de querer bajarme, de preguntarle porque me protege, de porque esa forma de ser conmigo,
deduje que ella era creyente, una samaritana, no se algo relacionado con eso, pero no supe con qué.
ya no aguantaba mas la presión, las deducciones que tenia no eran suficientes, asi que
me rendí, no podia hacer nada, pero esa mujer, fue quien realmente me salvó, siempre se lo agradecere
aunque no supe en ese momento quien era, pero esa noche, esa noche fue rara, despues de salir del
camino por alguna razón senti que debia volver, una rara sensacion, senti que algo faltaba, no quedaba
mas que cerrar los ojos y volver 2 horas atras antes de que la sombra llegara y no llorar,
era lo unico que podia hacer, no llorar, asi podria ver a la mujer que me salvó.
Listo, lo hice, caí y caí nuevamente, me rompi la cara, las rodillas, esta vez me rompi los dedos,
pero no lloré, no podia llorar, necesitaba estar bien para ver a esa sombra, aguante mucho
solo pequeños sollozos se escapaban de mis ojos, cosas que no pude controlar, pero que no me afectaron mucho.
Que raro, pasaba el tiempo y la sombra no se acercaba, asi que decidi levantarme, pero mi cuerpo estaba dañado
era debil y no tenia reparo, me levante y mi cuerpo dolia, solo era un niño, temeroso, que no sabia que hacer. Estaba
perdido asi que decidi hacer lo que aquella mujer hizo, camine de espaldas sin mirar hacia atras, solo confiando en mi,
pero cai, cai muchas veces, cada vez me acercaba mas y mas al principio del camino, hasta que de pronto freno y miro hacia atras
estaba la mujer misteriosa, esa mujer que vino a protegerme, pero no la vi al rostro, solo veia su torso y sus piernas, tenia
miedo a levantar la mirada, tenia miedo a descubrir o a darme cuenta de que esa persona no era la que buscaba, pero pense
que si no miraba ahora, nunca mas lo haria. Suspiré y senti que debia hacerlo, de a poco fui levantando la mirada, hasta
que llege a su cara, por alguna razon me parecia familiar, alguna vez lo habia visto antes, hasta que de pronto dijo algo
que me marcó unos segundos dijo: "Carlos no camines mas por aqui que seguiras haciendo daño".
La Frase no me causó mayor impresion, sino que fué la voz, esa voz se me hizo muy familiar, una voz suave y temerosa, pero
tambien tenia algo de valor, de experiencia. Fue en ese momento que empeze a llorar y a gritar algo muy fuerte, pues
fue en ese momento que descubri que la sombra que me estuvo cuidando, que fue cauteloza, que peligró su integridad por mi,
no era nadie menos que mi mamá.
ahi descubri todo lo que habia dado por mi, todo lo que sufrio gracias a mi, y que esos años que pasé siendo un niño, no
fueron intolerables, ya que tenia a alguien que me estuvo protegiendo todo ese tiempo, una persona que nunca me abandonó,
alguien que merece a un hijo mil veces mejor que la basura que le tocó, alguien qe merece el cielo para ella sola, alguien
que no deberia sufrir por alguien que esta destinado a ser un niño toda su vida.
... Fué en ese momento que supe que esa sombra que iba a cuidarme
era la persona que habia dado su vida por mi, y largué a llorar... |