Quizás los leiste.
Ahora dudo de todo, te lo debo, dudé de mi talento lo que no es difí­cil, pero también dudé de mi memoria, y mi memoria era rica, sabrosa, y renuncié a ella, que estaba en mis textos, más en mis poemas que en los cuentos, porque los cuentos siempre se reescriben, y mejor que antes.
Y ya ves, iluso,
nunca dudé de tí
se me apareció una ventana, azul
como la de siempre
como la cuna
y me preguntó algo así­ como...
¿De verdad desea borrar y eliminar sus textos?
Lo sentí­ como si me dijera
NeweN:
¿Estay seguro compadre?
¿borras todo?
callé, pero hice click
como si metamorfoseara en serpiente
y dejara tras de mí­ una piel
que me acompañó tanto
tanto tiempo.

¿Cómo explicar que se cree en algo nuevo?
en recomenzar
en que todo lo que viene es mejor
Así. Al agua pato, aunque no se sepa nadar:
click
y por primera vez mi triste computador se esforzó
tan rápido que no hubo un ¡Ay! de por medio
tan insensible,
y el teclado cómplice me dejó hacerlo
Después de 6 años en loscuentos.net, coleccionando textos y comentarios, amistades y amigos (as), todo se fue.
me acordé cuando usaba un mac y al vaciar la papelera sonaba como el WC al vaciar el estanque.
y te prometo que respiré aliviado.
Ahora lamento, en esos textos iba un poema a mi madre, varios a mis hijas, uno o dos a compañeros muertos, muertos de a deveras, con balazo y todo.
con maqullaje para tapar la tortura, o con el cajón cerrado que era enterrado en fosa común mientras lo esperabamos en la iglesia.
Y respiré
por tí

Lo único que me salva
no son tus labios
ni tu piel
ni tu sonrisa ni tus ojos
Nada tuyo me salva.
Lo único que me salva es que siempre escribo en word y luego, al otro día lo leo, lo corrijo.
Y me repito.
Nunca hagas el click final cuando estas ebrio.
NUNCA.