Y te siento
aqui estás...
Date la vuelta, alcánzame...
Mis brazos enlazan tu cuello
Como una danza fantasmagórica
Un, dos, tres y volvemos al ruedo
Cuatro, vuelta, cinco al revés.
Me pierdo en la comisura de tus labios mientras sonríes.
El horror dentro de tu boca que me grita que me aleje.
¿Ves lo que he hecho? Estos dedos manchados de sangre han sido por ti.
Flagelados y vibrando, solo por tu imagen.
¿Ves en que me he convertido? Inevitablemente después del orgasmo vienen las lágrimas
Y tu inconsciente, me tomas de nuevo.
Enlazas en el rabillo del tuyo la periferia de mi ojo. Y tus palabras en mi oído son maquiavélicas niñas pequeñas, tomadas de la mano, en ronda.
Sus vocecitas melosas aterrorizan mis sueños.
Me dejo ir nuevamente encajada entre tus piernas.
El "no" viene a mi cabeza con mil lenguajes distintos, en mil acentos perentorios, o angustiados, o viles, o enfurecidos.
Siento tus manos crear oleaje con la piel de mis muslos, arrastrada hacia arriba como la sal de los desiertos.
Y mi corazón es una estrella moribunda iluminando por espacio de un milenio, el planeta de tus dedos sobre mi carne.

Y te siento...aquí estás...