Estoy en esta guerra en Irak y no sé que hago aquí.
He visto morir cientos de seres, todos desplazados con crueldad. De uno u otro bando, todos mueren igual. La tecnología actual de fusiles, armas y equipos sofisticados, misiles, bombas y superbombas execra y aniquila al ser humano, lo convierte en menos que un papel de basura.
Soy ciudadano del mundo y estoy aquí, lejos de mi hogar en América y no sé que hago aquí.
Veo muertos destrozados hasta más allá de la muerte, veo niños, ancianos, mujeres y hombres llevados y mutilados por las bombas del odio. Pregunto, ¿contra quién luchamos?.... ¿Son seres distintos esos civiles que mueren de pie, caminando por las calles y que pasan a la hora equivocada y en el momento equivocado? Se atravesaron en la línea de fuego, por eso mueren. Veo droga en muchos soldados, cientos, miles, aprovechan la efervescencia de la droga para matar con más crueldad, con locura. La droga aquí es la cerveza de tasca, del botiquín de la esquina, la piedra y extásis vendidos por diablos para continuar la guerra. Veo la droga en forma de humo, nunca se abre, solo oculta el camino. Veo la droga más poderosa que esas sombras que llamamos enemigos. La droga nos sigue matando después de matarnos. Estoy en esta guerra en Irak y no sé que hago aquí. Mientras nuestros soldados los llevan en bolsas negras, los entregan en casa, me imagino que en entrega formal, con honores, los entregan con pena, con miedo, los entregan en ataudes caobas; nadie dice o explica el por qué de este INFIERNO. Me imagino que dicen que el soldado era valiente y que entregó su vida con dignidad por el país, por la Democracia, por la Libertad. Veo en las calles como recogen a los muertos de Irak, recogen solo pedazos, los familiares y amigos lloran pedazos, tampoco ellos saben por qué estamos aquí. Mientras veo el fin del mundo aún pregunto y no hallo respuestas... ¿Qué hacemos aquí?.
Esta farsa continúa nadie la detiene, hay un baile de billetes verdes detrás del llanto, del dolor, de las muecas de terror, nadie entiende del por qué de esta locura y quieren llevarnos a otro país, para hacer lo mismo: seguir matando en nombre del discurso del flux bonito, seguir justificando las palabras vacías, esas palabras que dicen que hay que intervenir en nombre de la LIBERTAD de los pueblos, ¿qué tipo de época es esta?... cuando el discurso desfigura la realidad, la hace obscura... ¿Cómo podemos soportar estos tiempos de aniquilación, de saña, de suicidio colectivo? ¿Es diferente la muerte del soldado invasor al soldado guerrilero que está defendiendo su país, su familia, sus valores y su fe?
.... Es la misma muerte, y cuando decimos y pensamos en esto, todo el dolor del mundo y un vacío inmenso se apodera del alma, nos desgarra y nos convierte en marionetas movidas por hilos visibles que nadie detiene. Estamos en esta guerra en Irak y no sabemos que hacemos aquí.
En la esquina una mujer desolada vestida de gris, arrodillada y en gritos alza los brazos al cielo y llora como implorando a el dolor, solo gritos se escuchan más allá de las balas, más allá de las drogas y bombas.