Es como si mil flechas tomaran lugar en mi columna, y reemplazaran mi corazón con un motor. 
La lengua pegada al paladar, y los dientes rechinan entre si. 
Las pupilas se dilatan, percibo todo a mí alrededor, mi entorno va en cámara lenta, y podría atrapar cada gota de lluvia que cae a mi lado si quisiera. 
Cada glóbulo rojo en mis venas triplica su velocidad. 
Mi estomago se contrae, mis pulmones van a mil por hora. 
Estoy listo, los nudillos blancos, y el sabor de la sangre en mi boca por un labio partido, el sudor se desliza por mi frente y el barro cubre mi calzado. 
Estoy listo para lo que sea, ¿quieres matarme?, ¡inténtalo, vamos! 
Quiébrame, golpéame, apuñálame, te desafío. 
Puedo sobrevivir a todo, estoy listo. 
Empieza ya, o de lo contrario finalizaré rápido, no tengo misericordia hoy, no hay piedad en mis nudillos. 
Estoy listo, terminemos esto ya. 
  |