Y me encuentro sentado de espaldas al océano escuchando su batalla nocturna en la que la paz es su arma. Las voces y sus ecos repiten la esencia del tiempo, y se construyen de la nada los recuerdos presentes. Tiempo repetido en la risa bajo luna que da luz a la revelación del misterio.
Texto agregado el 09-09-2010, y leído por 903 visitantes. (6 votos)